Fui seducido por este maravilloso instrumento, que de a poco me hizo descubrir mi vocación: la de rescatar valiosos pianos del descuido y el abandono.

Comenzó mi formación a la temprana edad de 19 años, en la centenaria y prestigiosa Casa América de Buenos Aires, muy de abajo, como ayudante aprendiz, haciendo tareas básicas en los talleres, dirigidas por grandes maestros que tuve la suerte de conocer, aprendí rápidamente,y después de 15 años de práctica especializada dirigí el taller. Pasaron muchos años más y sigo especializándome. Creo que es un camino que nunca se termina.

También atendí otras casas de pianos, como Royal House, Manny’s Music Center y Musical House. Cursé los seminarios de ATAPRA (Asociación Técnicos Afinadores de Pianos de la República Argentina), seminario de Yamaha en el conservatorio nacional López Buchardo en mayo de 1998, entre otros.

Y fundamentalmente el conocimiento que se adquiere con la misma práctica en la restauración y afinación de pianos, durante 30 años de trayectoria.

Luego comencé un emprendimiento llamado Pianos Pinto, que año tras año fue creciendo gracias a ustedes, donde siempre respetamos la nota artesanal, y que nos dio la posibilidad de recuperar casi obras de arte que poseen una historia, y la responsabilidad de que esa historia continúe.